Un nuevo impulso para el nearshoring en México

A pesar de la incertidumbre económica, el nearshoring se fortalece en México con inversiones en manufactura y logística, impulsado por empresas como BMW y Volvo.

A pesar de las turbulencias económicas generadas por la administración de Estados Unidos, se vislumbra un horizonte más favorable para la industria mexicana. El nearshoring es una oportunidad clave para impulsar la recuperación económica del país. En los primeros meses de la administración de Donald Trump, la incertidumbre política y las amenazas arancelarias enfriaron la fiebre de inversión en la frontera norte.


Sin embargo, sectores clave como el inmobiliario y la construcción anticipan un nuevo impulso al nearshoring. Por ejemplo, Javier Llaca, director de Operaciones y Adquisiciones de Fibra MTY, señala que la demanda por espacios industriales ha repuntado a partir de abril, tras una desaceleración en el último trimestre del año anterior.


La Fibra planea invertir alrededor de 400 millones de dólares (mdd) en los próximos meses para expandir su modelo de negocio. A pesar de la persistente volatilidad en las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos, Llaca considera que la interdependencia económica entre ambos países hace difícil modificar el panorama actual de manera rápida.


También se observa un crecimiento en la demanda para espacios logísticos y líneas de producción de autopartes, muebles y electrodomésticos. Pedro Valdés, director general de Escala, confirma este dinamismo. Escala está involucrada en proyectos de gran envergadura, como la ampliación de la planta de BMW en San Luis Potosí para la fabricación de baterías para autos eléctricos y la construcción de una nave industrial de Volvo para camiones pesados.


Si bien el nearshoring se consolida como una tendencia, algunos fabricantes asiáticos, especialmente chinos, han pospuesto sus planes de reubicación en México. La creciente hostilidad del gobierno estadounidense hacia China ha desincentivado a las empresas asiáticas que buscaban aprovechar la cercanía de México al mercado norteamericano.


En este sentido, Valdés reconoce este cambio en la dinámica de inversión asiática, pero también señala que algunos clientes han reanudado sus procesos de investigación y que se espera una reactivación de la inversión extranjera en los próximos meses.


El éxito del nearshoring dependerá en gran medida de la evolución de las relaciones comerciales entre México, Estados Unidos y China, así como de la estabilidad política y económica en la región. Para aprovechar al máximo su potencial, es crucial fortalecer la infraestructura, la energía, el agua y el transporte.


Además, se requiere un marco legal y jurídico sólido que brinde seguridad jurídica a las inversiones extranjeras. La inversión en sectores clave como la educación, la tecnología y la innovación también será fundamental para atraer empresas de alto valor agregado y consolidar la competitividad mexicana.

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