Medical Coaching, un viaje hacia el bienestar integral de los pacientes

El Medical Coaching busca humanizar la atención médica mediante la escucha activa y el acompañamiento empático al paciente, mejorando su bienestar y adherencia al tratamiento.

En un mundo dominado por la tecnología y la aceleración, existe un desafío crucial en la atención médica que trasciende lo puramente clínico: el cuidado humano. En este contexto surge el Medical Coaching como una propuesta para reconectar al paciente con su bienestar integral, brindándole respuestas a sus padecimientos además de acompañamiento profesional en su camino hacia la recuperación y el florecimiento personal.


Javier Coindreau, médico con más de 25 años de experiencia, es el creador de Coindreau Medical Coaching (CMC). Su iniciativa nace de una realidad preocupante: el tiempo dedicado por los médicos a sus pacientes se ha reducido drásticamente debido a la sobrecarga del sistema de salud. Esta falta de conexión emocional y empática no solo afecta la experiencia del paciente, sino que también tiene consecuencias clínicas serias, como la baja adherencia al tratamiento.


La idea es que con las bases del Medical Coaching se pueda acompañar al paciente, escucharlo, crear expectativas y alternativas, analizarlas, florecer en la vida, dijo el investigador a El Economista. Y ya que este tipo de actividades son más propias del coaching que de la medicina tradicional, Coindreau propone entrenamientos cortos para médicos, enfermeras y otros trabajadores de la salud.


Además, Coindreau enfatiza en la importancia de la escucha activa como herramienta clínica fundamental para una atención más efectiva y empática. La capacidad de escuchar con atención y comprensión no solo fortalece el vínculo paciente-médico, sino que también puede mejorar el diagnóstico, aumentar la adherencia al tratamiento y elevar la satisfacción y recuperación del paciente.


El modelo propuesto por CMC se basa en tres pilares: Listening (escucha), Care (cuidado) y Discovery (descubrimiento). A través de este enfoque, el paciente es guiado en un proceso para comprender y aceptar su padecimiento, reducir el miedo y la incertidumbre del diagnóstico, mejorar su adherencia al tratamiento y descubrir un sentido de vida más allá de su enfermedad.

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