La IA como compañera emocional en oficinas
La Inteligencia Artificial se está utilizando cada vez más como soporte emocional por parte de empleados que buscan compañía en lugar de vínculos confiables en sus empresas.

La Inteligencia Artificial (IA) está transformándose en un fenómeno complejo que trasciende su aplicación puramente laboral. Más allá de la automatización y la eficiencia, una tendencia emergente revela eñ uso inesperado de la IA como compañía emocional para empleados que buscan apoyo y escucha en ambientes laborales donde estos recursos son escasos.
En 2025, el uso más común de la IA no será la redacción de correos o la generación de informes, sino de apoyo emocional. Estudios como Los 100 principales usos de la IA generativa en 2025 publicados por Harvard Business Review, indican que las personas recurren a la IA para obtener apoyo emocional a través de conversaciones simuladas.
Este hallazgo indica que la IA se está utilizando no solo para trabajar, sino también como un recurso para sostener emocionalmente a quienes trabajan. La preferencia por hablar con una IA en lugar de con jefes, compañeros o el área de Recursos Humanos refleja una preocupante realidad: la falta de vínculos confiables en muchos entornos laborales.
Esta situación genera un sentimiento de soledad que lleva a las personas a buscar apoyo en un sistema que, aunque no sea humano, ofrece una presencia accesible y libre de juicios. Según la última Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado del Inegi, 15% de la población adulta ha presentado síntomas de depresión y 19% de ansiedad.
Cabe destacar que estas cifras solo representan a quienes se reconocen en esa situación. El universo real podría ser mucho mayor al incluir a quienes viven estas emociones sin saberlo. El uso emocional de la IA no aparecerá en informes de desempeño ni en cuestionarios de clima laboral, pero está ocurriendo.
Es una tendencia que crece en silencio, en los mismos lugares donde se exigen resultados y se cumplen metas. Este fenómeno obliga a reflexionar sobre la cultura organizacional en las empresas debido a la falta de escucha. Es necesario reconocer que la IA no puede reemplazar la necesidad humana de conexión y empatía.
La solución al problema no es técnica, sino cultural y organizacional. En lugar de seguir automatizando sin asumir responsabilidad como espacios de vida, las empresas deben invertir en crear entornos laborales donde se fomente la escucha activa, el apoyo emocional y la conexión humana.
De lo contrario, la tendencia a recurrir a la IA para satisfacer necesidades emocionales seguirá creciendo, para convertirse en un reflejo del vacío que deja la falta de atención a los seres humanos en el lugar de trabajo. La IA no puede ser una solución permanente al problema de la soledad y la falta de escucha en los entornos laborales.