IA revoluciona turismo con viajes personalizados e influencers virtuales

La Inteligencia Artificial revoluciona el turismo con asistentes e influencers virtuales, pero plantea desafíos éticos sobre la autenticidad del marketing digital.

La industria del turismo se encuentra en plena transformación gracias a la Inteligencia Artificial (IA), que está revolucionando la forma en que los viajeros planifican y disfrutan de sus experiencias. Las plataformas online tradicionales ya permiten gestionar viajes de manera independiente, pero ahora la IA llega para llevar la personalización al siguiente nivel, con recomendaciones precisas y adaptándose a las preferencias individuales.


Los asistentes virtuales impulsados por la IA prometen una experiencia de viaje más fluida e intuitiva. No solo se limita a organizar el itinerario, sino que también ofrece sugerencias personalizadas basadas en los gustos y necesidades del usuario. Esta capacidad de aprendizaje a partir de las interacciones del usuario es un punto clave para ofrecer experiencias auténticas y relevantes.


Según Rob Francis, director de tecnología de Boing.com, los filtros de búsqueda tradicionales ya no son suficientes para satisfacer las demandas específicas de los viajeros. La IA permite encontrar opciones más particulares, como "camas en forma de corazón" para una escapada romántica, personalizando así la experiencia al máximo. A pesar del gran potencial de la IA en el turismo, su implementación todavía se encuentra en etapas tempranas.


Pruebas como la realizada por Evercore han demostrado que, aunque la tecnología tiene un gran potencial, aún necesita ser refinada para ofrecer recomendaciones precisas y coherentes con las expectativas del usuario. Por ejemplo, TripGenie recomendó a una pareja romántica en París un hotel cerca del aeropuerto, una opción que no se alinea con lo que la mayoría de las parejas buscarían para una experiencia íntima.


Este tipo de errores evidencia que, aunque la IA es prometedora, aún debe superar obstáculos para personalizar de manera precisa y efectiva. En paralelo a la evolución de la IA en la planificación de viajes, otro fenómeno está ganando terreno: los influencers virtuales. Estos personajes, como Aitana, Ester y Nyah, son creados mediante tecnologías de IA y promocionan destinos turísticos en redes sociales, especialmente en plataformas visuales como Instagram.


Utilizando generadores de imágenes como Dall-E y Midjourney, estos influencers virtuales parecen ser personas reales disfrutando de destinos exóticos, aunque en realidad no existen. Este tipo de influencers ha capturado la atención de marcas y organismos turísticos, que los ven como una manera económica y efectiva de promocionar destinos sin los costos asociados con los creadores de contenido tradicionales.


La importancia de las experiencias genuinas

Una de las principales ventajas de los influencers virtuales es que no requieren gastos de viaje ni honorarios, y pueden generar contenido de manera continua sin limitaciones logísticas. Esto permite una presencia constante en redes sociales, lo que puede resultar atractivo para las marcas que buscan mantener una exposición constante sin los costos elevados asociados a la gestión de los creadores de contenido.


Sin embargo, el auge de los influencers virtuales también plantea controversia sobre la autenticidad y la ética. Un influencer virtual nunca visitó los destinos que promociona, lo que genera dudas sobre la fiabilidad de sus recomendaciones. Para muchos viajeros, la autenticidad es clave a la hora de planificar sus vacaciones, y prefieren confiar en personas reales que puedan compartir experiencias genuinas.


La falta de una experiencia vivida en el destino cuestiona la legitimidad de las recomendaciones de los influencers impulsados por IA. Emma es un ejemplo; influencer de IA creada por la Junta Nacional de Turismo de Alemania que interactúa con los usuarios y responde preguntas sobre destinos alemanes. A pesar de su capacidad de respuesta, algunos críticos argumentan que sus respuestas carecen de la autenticidad que una persona proporcionaría.


A medida que la tecnología y los influencers virtuales impulsados por IA ganan terreno, surge la pregunta sobre el futuro del trabajo humano en el sector turístico. Si bien la IA ofrece una alternativa más económica, muchos sostienen que la interacción humana sigue siendo insustituible. Los viajeros suelen buscar una conexión emocional con los lugares que visitan, algo que un influencer digitalizado, sin una experiencia real, no puede proporcionar.

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