El seguro en construcción, mercado en transformación

El mercado asegurador de construcción ofrece una amplia capacidad pero exige rigurosidad técnica, especialización y presentación sólida de riesgos para acceder a coberturas.

El mercado asegurador de la construcción se encuentra en un momento crucial en 2025, caracterizado por un equilibrio técnico que demanda una combinación precisa de capacidad, especialización y control de riesgos. A pesar del repunte en la capacidad de las compañías aseguradoras, se observa un endurecimiento en los criterios técnicos, con un enfoque cada vez más centrado en la calidad del riesgo y la sostenibilidad técnica de los programas aseguradores.


La actividad constructora en Europa experimentó una irregularidad durante 2024, especialmente en el ámbito residencial, afectado por la contención de la demanda y la menor confianza de inversores y consumidores. Sin embargo, el sector ha encontrado impulso en iniciativas de restauración, transición energética e inversiones industriales y logísticas, generando expectativas sólidas de crecimiento este año.


En este contexto, se han anunciado importantes proyectos en energías renovables, plantas fotovoltaicas, infraestructuras de transporte y Centros de Datos, con una clara apuesta por criterios de sostenibilidad y eficiencia energética. El marco actual combina dos elementos que no siempre coinciden: una capacidad aseguradora amplia y un enfoque técnico exigente.


En este entorno, el reto ya no reside únicamente en acceder a una póliza, sino en la manera de estructurar, presentar y negociar cada riesgo. Es especialmente en este nicho donde la experiencia del corredor y la calidad de la información técnica pueden ser diferenciales determinantes para la contratación de programas aseguradores eficaces y sostenibles. En el segmento medio del mercado asegurador, se refleja más claramente esta nueva dinámica.


Las compañías aseguradoras muestran un apetito constante y sostenido por suscribir riesgos, lo que se traduce en una mayor disponibilidad de capacidad. Sin embargo, este acceso a la capacidad no es automático. Los criterios técnicos de suscripción siguen siendo conservadores, y la calidad de la información es esencial para que una aseguradora pueda evaluar correctamente el riesgo y diseñar una solución adecuada en el ámbito de la construcción.


Para los promotores y constructores, esta situación presenta tanto oportunidades como desafíos. La capacidad está disponible, pero su acceso requiere rigor técnico, especialización y un enfoque estratégico bien definido. Las aseguradoras valoran más que nunca la calidad en la presentación de los riesgos, la solidez de los datos y la claridad del análisis.


Por ello, contar con un corredor especializado no es solo una ventaja, sino una condición necesaria para traducir esta coyuntura en resultados tangibles. En paralelo a la búsqueda de capacidad, se observa una tendencia hacia una mayor especialización por parte del mercado asegurador. Algunos mercados están haciendo méritos para posicionarse como referentes en proyectos grandes o complejos.


Además, existe un aumento generalizado en la utilización de esquemas de coaseguro, especialmente en proyectos de mayor complejidad o con necesidades de capacidad específicas como túneles, perforaciones dirigidas o tendidos de cable submarino. En estos casos, la colaboración entre distintos mercados resulta clave para dar respuesta a la demanda del cliente.


El mercado asegurador de construcción en 2025 presenta un panorama de oportunidades reales, pero no exento de exigencias. La capacidad está disponible. El reto no está en la colocación, sino en la forma de hacerlo. Y, hoy, justo en este punto es donde las aseguradoras pueden ser genuinas y marcar la diferencia.

Compartir: