Inversiones industriales se diversifican fuera de CDMX

El panorama del sector inmobiliario industrial de México presenta un crecimiento en diferentes regiones del país. Si bien algunas zonas industriales del Norte han experimentado una pausa en la actividad debido a la incertidumbre comercial con Estados Unidos, otras partes del territorio nacional están mostrando un dinamismo notable impulsado por nuevas inversiones y la diversificación geográfica de los proyectos.

Esta situación no ha frenado completamente la actividad económica, ya que se siguen anunciando nuevas inversiones industriales que buscan diversificar la actividad más allá de los polos tradicionales, impulsadas por el nearshoring y la mejora logística regional. Esta tendencia sugiere una reconfiguración del mapa industrial, en la que Yucatán, Guanajuato, Querétaro y Jalisco emergen como alternativas a los mercados tradicionales del Norte.

La Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP) tiene planeado la construcción de 116 nuevos parques, superando la meta de la administración federal de 100 durante este sexenio. "El monto de los parques que tenemos por delante va a ser muy cercano a los 5,000 millones de dólares", declaró ante la presidenta Claudia Sheinbaum el consejero de la AMPIP, Héctor Ibarzábal.

En este contexto, Yucatán se ha convertido en un ejemplo claro de diversificación industrial. Con certeza jurídica, conectividad estratégica, mano de obra calificada y alto potencial de plusvalía, el estado estrella del Sureste mexicano atrae a empresas de diversos sectores, consolidándose como unaopción viable para la inversión industrial, en línea con el proyecto estatal de consolidarse como un polo industrial.

En el Bajío, la dinámica no se detiene. En Silao, Guanajuato, la empresa china Waison inauguró una planta con una inversión de 11.8 millones de dólares, fortaleciendo la cadena de proveeduría industrial de la región. Querétaro también ha sido elegido por empresas internacionales como Tajco para su expansión en el país, confiando en las condiciones que ofrece la entidad para manufactura avanzada y exportación.

El panorama mixto que hoy vive el sector inmobiliario industrial mexicano podría interpretarse como una fase de estabilización tras el crecimiento acelerado de los últimos años. Si bien factores como la incertidumbre arancelaria y el ciclo electoral en Estados Unidos han impactado la toma de decisiones de nuevos proyectos en el Norte, el interés por invertir en México no se ha desvanecido.

Aunque se mantendrá la cautela en algunos segmentos, los flujos de inversión activa en otras regiones confirman que el país no ha perdido atractivo como destino industrial y logístico. La clave, como han señalado analistas del sector, estará en el manejo de la incertidumbre política-comercial y en la capacidad de los estados para ofrecer condiciones competitivas que atraigan capital productivo.