Ciberresiliencia, clave para evitar la quiebra de Pymes
Los ciberataques amenazan a las Pequeñas y medianas empresas, por lo que la Unión Europea promueve leyes, pero también es necesaria una gobernanza robusta y estrategias de continuidad del negocio.

La ciberseguridad se ha convertido en una preocupación crítica para las empresas de todos los tamaños, como las Pequeñas y medianas empresas (Pymes), pues los ataques son cada vez más sofisticados y frecuentes, representando una amenaza significativa para la integridad, la disponibilidad y la confidencialidad de la información.
En respuesta a esta creciente amenaza, se hace fundamental fortalecer la resiliencia empresarial, que se define como la capacidad de una organización para anticiparse, resistir y recuperarse de incidentes de seguridad digital de manera efectiva.
Una estrategia sólida de ciberresiliencia debe incluir medidas preventivas, correctivas y de recuperación, así como una cultura de seguridad que involucre a todos los niveles de la empresa, toda vez que las consecuencias de un ataque cibernético pueden causar desde pérdidas financieras hasta daños a la reputación y la confianza del cliente.
Según un estudio reciente de la Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad (ENISA), 57% de las Pymes afirma que cerraría o declarararía en bancarrota una semana después de sufrir un ataque. Este dato evidencia la importancia crucial de invertir en ciberresiliencia como una medida estratégica para proteger el futuro del negocio.
La Ley de Ciberresiliencia de la UE
En respuesta a esta problemática, la Unión Europea (UE) ha impulsado la Cyber Resilience Act - CRA, que establece pautas para diseñar, desarrollar y gestionar vulnerabilidades de software de manera más segura. Esta legislación busca armonizar los requisitos de ciberseguridad en la UE y fortalecer la capacidad de las empresas para resistir ataques.
La efectividad de estas medidas depende también de una gobernanza robusta que abarque tanto la seguridad de la información como la seguridad informática. La relación entre la ciberseguridad y la resiliencia empresarial se puede ilustrar con ejemplos concretos.
Un caso notable es el de Mt. Gox, una plataforma de intercambio de bitcoins con sede en Japón que sufrió un ataque cibernético en 2014. Como consecuencia, perdió aproximadamente 850,000 bitcoins y tuvo que declararse en bancarrota.
En España, la cadena de supermercados Alcampo sufrió un ciberataque en 2024. Gracias a su estrategia de ciberseguridad y resiliencia, activó sistemas de contingencia que le permitieron minimizar el impacto del ataque y continuar con sus operaciones.
Independientemente del tamaño o el tipo de organización, es crucial establecer una estrategia que asegure el plan de continuidad del negocio a partir del binomio compuesto por ciberseguridad y resiliencia. Esta estrategia debe incluir medidas concretas como:
- Procedimientos de gestión de crisis. Definir protocolos claros para responder a incidentes de seguridad, incluyendo la identificación de responsabilidades, la comunicación interna y externa, y las acciones correctivas.
- Protección de datos. Implementar medidas técnicas y organizativas para asegurar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de los datos sensibles.
- Sistemas de respaldo y recuperación. Asegurar copias de seguridad regulares de los datos críticos y diseñar un plan de recuperación ante desastres para restaurar los sistemas en caso de un incidente.
- Capacitación del personal. Educar a los empleados sobre las mejores prácticas de ciberseguridad, el phishing y otras amenazas comunes.
- Monitoreo y evaluación continua. Realizar evaluaciones periódicas de la infraestructura de seguridad y actualizar los sistemas y protocolos en respuesta a nuevas amenazas.