Del circuito a la calle: el software en la Fórmula E

El software es el secreto en el rendimiento de los monoplazas de la Fórmula E, permitiendo a los ingenieros optimizar la distribución de potencia y la frenada a través de complejos algoritmos.

En el frenesí de la velocidad y la emoción que caracterizan a las carreras de Fórmula E, existe una fuerza oculta que impulsa el rendimiento de estos monoplazas: el software. Más allá del motor, del chasis y de la habilidad del piloto, reside en los algoritmos y líneas de código la clave para alcanzar la cima en este deporte electrizante.


A diferencia de las carreras tradicionales, donde los elementos mecánicos suelen ser más evidentes, en la Fórmula E el software juega un papel fundamental, ya que los monoplazas cuentan con una estandarización significativa en cuanto a chasis y baterías. Los fabricantes se concentran en el tren de rodaje y, sobre todo, en la programación interna que regula el funcionamiento de todos sus componentes.


Es como imaginar un cerebro complejo que procesa miles de datos por segundo, traduciéndolos en acciones precisas para optimizar el rendimiento. Este es el papel del software en la Fórmula E. Un conjunto de centralitas se encarga de interpretar las señales provenientes de los sensores, adaptándose a cada situación y permitiendo al piloto extraer el máximo potencial del vehículo.


Xavi Serra, director de CUPRA Racing y uno de los responsables técnicos del equipo CUPRA Kiro, ilustra esta complejidad con un ejemplo concreto: la frenada. La interacción entre los motores eléctricos delanteros y traseros, junto a los frenos hidráulicos, se gestiona mediante algoritmos sofisticados que distribuyen la fuerza de manera eficiente, maximizando el control y la seguridad.


La eficiencia del software se refleja en la capacidad del piloto para ajustar hasta 350 tipos diferentes de parámetros desde el volante. Esta flexibilidad permite adaptar el vehículo a las condiciones cambiantes de cada carrera, convirtiendo al equipo técnico en un maestro del ajuste fino a través del código.


En la Fórmula E, el desarrollo constante del software es una arma estratégica clave para alcanzar la victoria. Al ser un elemento de libre desarrollo y fácil evolución, los equipos pueden realizar actualizaciones constantes, adaptando el comportamiento del coche a nuevas pistas y estrategias.


A diferencia del motor eléctrico, que ya se encuentra en un alto nivel de eficiencia, el software ofrece un campo fértil para la innovación. Cada sesión de entrenamiento, cada carrera representa una oportunidad para optimizar el rendimiento, explorando nuevos límites en la interacción entre hardware y código.

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