Empresas mexicanas: entre presión económica y aumento de ciberataques

Las empresas mexicanas enfrentan presiones económicas y ciberataques cada vez más sofisticados, poniendo en riesgo su infraestructura y seguridad, incluso con daños irreparables.

Las empresas mexicanas se enfrentan a un desafío dual: equilibrar los costos operativos bajo presiones económicas, sin comprometer la seguridad cibernética ante la creciente sofisticación de los ataques digitales.


Este escenario plantea una encrucijada crucial para el tejido empresarial mexicano, que debe encontrar soluciones innovadoras para proteger sus activos y operaciones en un entorno global marcado por incertidumbres comerciales e intensificación del cibercrimen.


La escalada de tensiones comerciales internacionales, con disputas entre potencias como Estados Unidos, China y la Unión Europea, ejerce presiones sobre los márgenes de beneficio de las compañías mexicanas, obligándolas a buscar estrategias de eficiencia operativa.


Sin embargo, esta búsqueda de ahorro no debe comprometer la inversión en ciberdefensa, ya que los ciberataques se vuelven cada vez más sofisticados y dañinos.


De acuerdo con el Informe de Inteligencia sobre Amenazas DDoS 2H2024 de NETSCOUT, México registró más de 18,400 ataques de Denegación de Servicio Distribuido (DDoS) en la segunda mitad del año pasado.


El sector de telecomunicaciones fue particularmente afectado por estos ataques diseñados para saturar sistemas digitales y causar interrupciones masivas, a menudo sincronizados con momentos de alta tensión sociopolítica, como elecciones o conflictos comerciales.


Balanceo costos vs. inversión en ciberdefensa

El desafío radica en encontrar el equilibrio adecuado entre la necesidad de balanceo costos y la inversión indispensable en ciberdefensa.


Jorge Tsuchiya, director regional para México de NETSCOUT, señala que “la evolución del entorno de los aranceles comerciales está creando efectos dominó no deseados en todas las industrias. A medida que las empresas buscan optimizar costos, funciones críticas como la ciberseguridad pueden enfrentarse a presiones presupuestarias”.


Los ciberdelincuentes están empleando estrategias cada vez más sofisticadas, como carpet bombing, geo-spoofing e Inteligencia Artificial (IA) para evadir las defensas existentes.


Además, la democratización del acceso a plataformas DDoS de alquiler permite incluso a actores no especializados lanzar campañas de gran impacto. Durante las elecciones nacionales de 2024 en México, los ataques DDoS se dispararon 218%, demostrando cómo los momentos de alta visibilidad son aprovechados para maximizar el daño.


Las consecuencias de la inacción en materia de ciberseguridad pueden ser devastadoras. Además del impacto inmediato en las operaciones, las empresas pueden enfrentar pérdidas de ingresos, exposición de datos sensibles y daños irreparables a su reputación.


El costo promedio global de una violación de datos alcanzó un máximo histórico de 4.88 millones de dólares, según el informe Cost of a Data Breach 2024 de IBM.


Ante este escenario, NETSCOUT insta a las organizaciones a realizar evaluaciones periódicas del impacto potencial de los ataques, mantener inversiones en ciberseguridad, incluso bajo presiones presupuestarias e incorporar inteligencia de amenazas y herramientas de automatización como pilares de su estrategia.


Priorizar la ciberdefensa como un activo estratégico, no como un gasto prescindible, será fundamental para asegurar la supervivencia de las empresas, además, las firmas que comprendan esta realidad y tomen medidas proactivas serán las que logren prosperar en este nuevo entorno global.

Compartir: