Un dólar débil y sus consecuencias en el comercio internacional

La caída del dólar, de 4.4%, afecta globalmente a las economías, presionando a los exportadores por la menor compensación cambiaria y afectando el turismo internacional.

El dólar registró su mayor depreciación durante abril en más de dos años frente a las principales monedas, debido a la incertidumbre de una recesión económica en Estados Unidos frente a las políticas comerciales de Donald Trump. El Índice Dólar (DXY), del Intercontinental Exchange, cayó 4.44% a 99.27 puntos, durante el cuarto mes del año.


Dicho resultado, representó su mayor retroceso mensual desde noviembre del 2022, cuando retrocedió 5%. Así, el panorama económico global se encuentra en constante transformación debido a la fluctuación del dólar estadounidense. La reciente caída del índice ICE U.S. Dollar ha generado un efecto dominó que impacta a países de Asia y Europa.


La apreciación del euro, la libra esterlina, el yen japonés y el franco suizo, mientras que el dólar estadounidense pierde valor, está generando desafíos para empresas extranjeras que exportan productos a Estados Unidos. Un dólar débil reduce el valor de los ingresos obtenidos por estas compañías cuando se convierten a otras monedas, afectando sus márgenes de ganancia.


Analistas de MUFG señalan que para los exportadores ya no hay una compensación cambiaria que amortigüe el impacto de los aranceles en el consumidor estadounidense. Esta situación agrava la presión financiera sobre estas empresas, especialmente en un contexto donde la incertidumbre económica global aumenta.


El debilitamiento del dólar también tiene un impacto negativo en el turismo. Los estadounidenses, que antes aprovechaban la fortaleza de su moneda para viajar a destinos internacionales, ahora enfrentan una reducción en su poder adquisitivo. Esto afecta directamente a la actividad económica en regiones dependientes del sector turístico.


Por ejemplo, países como España y Japón, que dependen en gran medida del turismo estadounidense, podrían experimentar una disminución en los ingresos turísticos debido al dólar débil. Esta situación podría tener consecuencias negativas para la economía de estas naciones.


En respuesta a la apreciación de sus monedas, algunos bancos centrales están considerando medidas para frenar este proceso. El Banco Central Europeo y el Banco de Corea podrían anunciar recortes de tasas como estrategia para controlar la fortaleza de sus respectivas monedas.

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