Estonia, Letonia y Lituania se unen a red eléctrica de la UE
Este cambio energético representa la culminación de más de una década de esfuerzos por reducir la dependencia energética de los países bálticos.

Más de 30 años después de su independencia de la unión soviética, Estonia, Letonia y Lituania se han desconectado de la red eléctrica rusa para unirse a la red de la Unión Europea (UE).
Este cambio, que se ha estado preparando desde 2007, es considerado esencial para la seguridad de la región europea, y ha cobrado mayor urgencia tras la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Moscú en 2022.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresó su satisfacción al declarar que "hoy se ha hecho historia" durante una ceremonia en Vilnius, capital de Lituania. "Esto es libertad, libertad de amenazas, libertad de chantaje", agregó.
El presidente de Polonia, Andrzej Duda, calificó el hecho como un "momento verdaderamente simbólico" que fortalecerá la seguridad y resistencia de la región, considerándolo el paso final hacia la emancipación de la esfera de dependencia postsoviética.
La desconexión y la integración a la red europea
La desconexión energética tuvo lugar en la mañana del sábado 8 de febrero, con los habitantes de los tres países instados a cargar sus dispositivos, abastecerse de agua y comida, y prepararse para un posible clima severo.
Al llegar la medianoche, Estonia, Letonia y Lituania dejaron atrás la red eléctrica Brell, que ha estado bajo el control de Moscú desde el período posterior a la Segunda Guerra Mundial.
La red eléctrica Brell, que incluye a Bielorrusia, Rusia, Estonia, Letonia y Lituania, representaba una vulnerabilidad para las exrepúblicas soviéticas, que son actualmente miembros de la OTAN.
A pesar de no haber adquirido electricidad de Rusia desde 2022, la conexión a esta red manteníaa los países dependientes de Moscú para el flujo de energía.
Después de desconectarse, los tres países realizaron pruebas de frecuencia antes de integrarse a la red europea a través de Polonia.
Este paso fue considerado una medida para eliminar la capacidad de Rusia de utilizar el sistema eléctrico como una herramienta de chantaje geopolítico, según el ministro de Energía de Lituania, Zygimantas Vaiciunas.
A pesar de los desafíos, como el daño a al menos 11 cables submarinos en el Mar Báltico en los últimos 18 meses, los países han logrado materializar este importante paso hacia su independencia energética.