Proyecto Stargate colapsaría red eléctrica de Estados Unidos

El ambicioso proyecto implica una inversión de 500,000 millones de dólares para construir modernos Data Centers, que una vez en funcionamiento, generarán una demanda energética exponencial en Estados Unidos.

El proyecto Stargate, impulsado por Donald Trump y que busca posicionar a Estados Unidos a la vanguardia en tecnología y Data Centers, tendría un impacto negativo en la red eléctrica del país cuando esté en funcionamiento debido a la gran demanda de energía que requerirá.


La ambiciosa iniciativa, que implica una inversión de 500,000 millones de dólares destinados a la construcción de modernos Data Centers en diversas partes del país, colapsaría la red eléctrica, según especialistas, pues los centros existentes ya tienen una alta demanda energética.


Se estima que cada centro del Proyecto Stargate, equipado con potentes chips de Inteligencia Artificial, requeriría 100 megavatios de potencia eléctrica, equivalentes a las necesidades energéticas de una ciudad de 75,000 habitantes, en un consumo constante, las 24 horas del día.


Esta situación plantea serias interrogantes sobre la capacidad de la red eléctrica estadounidense para soportar tal carga adicional, especialmente considerando que ya enfrenta tensiones y riesgos de cortes de suministro en diversas regiones.


En la viabilidad de Stargate también influye el financiamiento necesario, pues inversionistas como Críticos como Elon Musk han cuestionado la solidez del presupuesto presentado, sugiriendo que el proyecto podría no contar con los recursos para su ejecución.


Dificultad para ejecutar Stargate

La implementación de los Data Centers del proyecto también impone exigencias significativas a la infraestructura energética existente. Desviar una cantidad tan significativa de electricidad para abastecer estos complejos resultaría en apagones y un encarecimiento del suministro para los consumidores.


Asimismo, sería imperativo realizar inversiones sustanciales en la infraestructura energética para generar, almacenar y transmitir la electricidad requerida de manera constante, sin considerar el impacto ambiental. El aumento en la producción de energía para satisfacer las demandas de los centros de datos podría acarrear un consumo elevado de agua y contribuir a la contaminación del aire.


La magnitud de este impacto dependerá en gran medida de las fuentes de energía utilizadas y de la ubicación de las instalaciones. Actualmente, existe la preocupación de que la dependencia inicial de los combustibles fósiles, si no se encuentra una alternativa sostenible, pueda perpetuarse en el tiempo, contraponiéndose al ya atraso de Estados Unidos en el Acuerdo de París.

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