Safaniya: gigante petrolero del Golfo Pérsico en la encrucijada
Safaniya, el mayor yacimiento de petróleo del mundo, ubicado en Arabia Saudita, ha sido fundamental para la economía global a pesar de la suspensión reciente de su expansión.

En el árido desierto del Oriente Medio, Arabia Saudita alberga una de las mayores riquezas del planeta: el campo de petróleo marino de Safaniya. Este gigantesco reservorio de energía se encuentra bajo el Golfo Pérsico y ha convertido a Arabia Saudita en un coloso de la industria petrolera.
El descubrimiento de Safaniya en 1951 marcó un hito en la historia del petróleo mundial. Con una capacidad de producción que supera los 1.5 millones de barriles diarios y una estimación de 37,000 millones de barriles de crudo recuperables, este yacimiento es un gigante geológico que se extiende a lo largo de 65 km de largo y 15 km de ancho bajo el lecho marino.
Safaniya no solo tiene importancia dentro de las fronteras saudíes, sino que también se extiende a la Zona Neutral entre Arabia Saudita y Kuwait, donde recibe el nombre de Khafji. Esta extensión del campo ha sido un pilar de la estabilidad energética mundial durante décadas.
El impacto económico de Safaniya es innegable. El crudo pesado extraído de este yacimiento, menos fluido que el petróleo ligero dominante en otros campos saudíes, ha permitido a Arabia Saudita diversificar su oferta y consolidarse como líder global en la industria petrolera.
La geología del campo es fascinante: se encuentra en un pliegue anticlinal, una formación que facilita la acumulación de petróleo gracias a las presiones tectónicas que han moldeado la región durante millones de años. Esta estructura natural no solo ha sido valiosa para la extracción de crudo, sino que también ha servido como laboratorio vivo para la ingeniería petrolera.
A pesar de su importancia estratégica, el futuro inmediato de Safaniya se encuentra en una encrucijada. En los últimos años, Saudi Aramco, la empresa estatal que gestiona el yacimiento, tomó la decisión de frenar una expansión planificada que habría sumado 700,000 barriles diarios a la producción del campo. Esta pausa estratégica obedece a la fijación de la capacidad máxima sostenible de producción del país en 12 millones de barriles diarios.
A lo largo de las décadas, la industria petrolera ha experimentado avances tecnológicos significativos, y Safaniya se ha beneficiado enormemente de estos desarrollos. Desde la perforación horizontal hasta las plataformas flotantes, cada innovación ha contribuido a maximizar la eficiencia de las operaciones y a reducir el impacto ambiental.
En un entorno tan delicado como el mar del Golfo Pérsico, con su ecosistema marino frágil y sensible, la necesidad de una extracción responsable y sostenible se ha vuelto aún más evidente. Por ello, las autoridades sauditas han invertido en el mantenimiento de la infraestructura que conecta el yacimiento con las refinerías y los mercados internacionales.