Esfuerzos para una nueva era de integración latinoamericana

La región debe dejar de esperar el modelo ideal de integración y, en su lugar, empezar a construir lazos económicos que reflejen las realidades globales de hoy: ONU.

América Latina se encuentra en una encrucijada crucial, con la necesidad imperante de fortalecer su integración regional para impulsar un desarrollo económico sostenible y resiliente. Esta realidad ha llevado a la Secretaría General de la ONU Comercio y Desarrollo (UNCTAD) a presentar la iniciativa Integración y política industrial para el cambio transformacional y la resiliencia en América Latina.


El proyecto busca construir una agenda regional compartida, estableciendo mecanismos de Gobernanza eficaces que sustenten la transformación económica del continente. En un evento celebrado en Ciudad de México, la secretaria Rebeca Grynspan enfatizó la urgencia de pasar de las palabras a los hechos, instando a los líderes latinoamericanos a asumir un rol proactivo en este proceso.


Grynspan dijo que la región debe dejar de esperar el modelo ideal de integración y, en su lugar, empezar a construir lazos económicos que reflejen las realidades globales de hoy: El comercio se ha convertido en la gramática de la prosperidad global”, pero en América Latina “seguimos siendo aquél 'continente archipiélago', con países próximos geográficamente, pero distantes económicamente”.


Ante este escenario, hizo un llamado a adoptar un regionalismo abierto, promoviendo el comercio intrarregional y la competitividad en el exterior. Actualmente, solo 16% del intercambio de bienes y servicios latinoamericano se realiza dentro de América Latina, una oportunidad perdida para potenciar cadenas de suministro regionales, diversificar la economía y fortalecer la resiliencia ante las tensiones geopolíticas.


El proyecto de UNCTAD se centra también en la transición energética verde, reconociendo el potencial que América Latina tiene para liderar esta transformación, pues posee abundantes reservas de minerales críticos para la transición hacia un modelo energético sostenible. "No es difícil imaginarse un ecosistema donde el litio boliviano se procesa con tecnología chilena, se incorpora en baterías brasileñas, y se integra en carros eléctricos mexicanos," afirmó Grynspan.


Esta visión refleja la necesidad de una integración regional que fomente la cooperación entre países latinoamericanos para aprovechar al máximo sus recursos naturales y humanos. Sin embargo, es fundamental evitar caer en la trampa del modelo extractivo dependiente de los recursos. La diversificación económica debe ser un pilar central del enfoque político estratégico que se busca desarrollar a través del proyecto.


La identificación de sectores prometedores para la diversificación, basados en criterios de desarrollo nacional y tendencias tecnológicas globales, es esencial para construir una economía más resiliente y sostenible. Un enfoque regional y esfuerzos proactivos de cooperación Sur-Sur son cruciales para la transformación económica sostenible. Los países latinoamericanos, con sus diversas fortalezas, pueden desarrollar un ecosistema industrial de éxito.

Compartir: