Despegará aeroespacial mexicano con nearshoring y vehículos autónomos
El sector aeroespacial mexicano busca impulsar su crecimiento a través de la innovación, la infraestructura y el nearshoring, para ocupar un mejor lugar como proveedor, donde ostenta la posición 14.
México se posiciona como un actor importante en el sector aeroespacial global, ocupando la posición 14 entre los mayores proveedores. Aproximadamente 80% de su producción se exporta a Estados Unidos, mientras que el resto llega a economías clave como Canadá, Francia y Alemania. En 2022, el mercado alcanzó un valor estimado de 3,100 millones de dólares, impulsado por una recuperación de 18% tras el impacto de la pandemia.
A pesar del crecimiento y potencial del sector, existen desafíos importantes que deben abordarse para alcanzar un desarrollo sostenible. Uno de los principales obstáculos es la falta de infraestructura especializada, particularmente en el rubro de carga. Aunque México cuenta con talento técnico altamente especializado y empresas que fabrican componentes de alta precisión, carece de aeropuertos de carga eficientes y esquemas logísticos que faciliten la descongestión de las carreteras.
La transformación de aviones de pasajeros en cargueros, una práctica común en otros países representa una oportunidad desaprovechada para México. Esta reconversión permitiría optimizar el uso de aeronaves, creando una red de carga aérea más ágil y competitiva. Actualmente, la diferencia de costos entre el transporte terrestre y aéreo en Estados Unidos es mínima (entre 5% y 8%), lo que indica el potencial económico de esta opción.
En el contexto del nearshoring, la implementación de una infraestructura de carga aérea más robusta sería estratégica para el país. Muchas compañías fabrican productos ligeros y de alto valor agregado en México, por lo que un sistema de carga aérea más eficiente facilitaría su exportación y aceleraría el retorno de inversión.
México cuenta con al menos tres empresas desarrollando vehículos autónomos, a pesar del lento avance debido a las barreras regulatorias. Sin embargo, el país tiene el potencial de liderar la próxima ola de innovación aeroespacial. La implementación de rutas aéreas con vehículos autónomos en ciudades como Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara podría resolver problemas de tráfico de manera más rápida y eficiente.
En este sentido, la voluntad política es fundamental para avanzar en esta dirección. Las condiciones técnicas ya existen, lo que resta es la determinación para implementar este tipo de soluciones innovadoras. Para alcanzar este objetivo, es necesario invertir, coordinar esfuerzos y creer en el potencial de México para destacar en aeroespacial. Con un enfoque en el crecimiento y la innovación tecnológica, el país tiene la oportunidad de consolidarse como un referente en desarrollo a nivel global.
