Por aranceles, EU enfrenta crisis en industria aeroespacial
La industria aeroespacial estadounidense enfrenta un riesgo debido a propuestas arancelarias que afectarían su competitividad global y la cadena de suministro.

La industria aeroespacial estadounidense se encuentra actualmente ante uno de sus mayores desafíos en décadas. Las propuestas del presidente Donald Trump, que contemplan la imposición de aranceles entre 10 y 20% sobre aeronaves civiles y repuestos, han generado una reacción inmediata por parte de fabricantes, aerolíneas y asociaciones, quie temen que esta medida ponga en riesgo la posición de liderazgo global que este sector ha mantenido durante generaciones.
Este temor se fundamenta en la posibilidad de que los nuevos derechos aduaneros modifiquen los costos en toda la cadena de valor de la industria aeroespacial. El Departamento de Comercio, bajo requerimiento directo del presidente Trump, inició a principios una investigación oficial para analizar el impacto y pertinencia de estas medidas proteccionistas, a principios de mayo. Las partes interesadas del sector tenían hasta el 3 de junio para presentar sus argumentos ante la administración.
Sin embargo, el discurso cambió tras las declaraciones del secretario de Comercio, Howard Lutnick, quien anunció en el Senado que EU debía imponer “nuevas normas” en materia de derechos de aduana sobre las piezas de aviones “de aquí a final de año. Es esencial que protejamos nuestra industria y nos aseguremos de que quienes comercian con nosotros nos tratan con justicia. Creo que utilizaremos estas herramientas para ayudar a mejorar la industria estadounidense”, senaló.
Este anuncio ha intensificado las preocupaciones en el sector, ya que se teme que estas nuevas normas aduaneras podrían generar un efecto boomerang, provocando la pérdida de competitividad estadounidense en un momento de fuerte demanda mundial de aviones y piezas de repuesto, que costó mucho a la industria aeroespacial después del parón que propició la pandemia del covid en todo el mundo.
Las empresas, los gremios empresariales y las aerolíneas han alzado la voz para alertar sobre las consecuencias de modificar el actual escenario de libre comercio. Según información de la AFP, la industria teme que la imposición de aranceles afecte negativamente a la cadena de suministro consolidada a nivel global. El sector también está preocupado por el impacto en el superávit comercial que genera la industria aeroespacial estadounidense.
Según datos de la AIA, este sector aporta cerca de 284,000 millones al Producto Interior Bruto (PIB) de EU y más de 2.2 millones de personas dependen directamente de esta industria. Los riesgos para el empleo también han preocupado al sector. La perspectiva de un encarecimiento de las importaciones golpea transversalmente desde los grandes fabricantes hasta los pequeños talleres especializados en piezas.
El actual sistema internacional de comercio en este sector se rige desde hace casi medio siglo por el Acuerdo Internacional sobre el Comercio de Aeronaves Comerciales (ATCA), que eliminó los aranceles para favorecer el desarrollo y la innovación global. Las aerolíneas agrupadas en Airlines for America (A4A) recalcaron, en una carta, que 84% de toda la fabricación es estadunidense, y consideraron innecesaria una intervención para el restante 16% que proviene del extranjero.
Willie Walsh, director general de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (ATA), sostuvo que una escalada arancelaria constituiría “una amenaza innecesaria” para una industria cuya cadena de suministro aún se recupera de la crisis del covid-19. Por su parte, las aerolíneas también temen un golpe directo a su capacidad operativa y financiera. Delta Air Lines, una de las compañías bandera del país, advirtió en una carta que cualquier aumento impositivo sobre aviones o repuestos pondría en jaque su rentabilidad y su capacidad de competir globalmente.
Ed Bastian, consejero delegado de Delta, ha reiterado que la empresa no asumirá pagos extra por nuevas entregas y que ha mantenido un diálogo permanente con Airbus para amortiguar los aumentos puntuales de los costos. La situación actual plantea una encrucijada para el futuro inmediato del sector aeroespacial estadounidense. La Casa Blanca tendrá en sus manos la posibilidad de mantener un status quo que ha propiciado una expansión industrial y tecnológica sin precedentes o de desatar una ola de incertidumbre.