Proponen redirigir política comercial de México hacia Asia y África
La Coparmex propone a las autoridades de México diversificar socios comerciales y fortalecer vínculos con Asia, África y Latinoamérica para adaptarse al nuevo orden económico global.

La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) plantea una estrategia nacional de comercio exterior con una visión geoestratégica, con el objetivo de reposicionar a México en el nuevo orden económico global. Este llamado surge en medio de las repercusiones proteccionistas tomadas por Estados Unidos, por lo que se propone fortalecer vínculos con Asia, África y Latinoamérica.
El presidente de la Comisión de Nearshoring y Comercio Exterior de Coparmex Ciudad de México, Edmundo Enciso, manifestó su preocupación por los aranceles impuestos por Estados Unidos, que han impactado negativamente en las cadenas de valor en América del Norte. Estas medidas proteccionistas, sumadas al endurecimiento migratorio y la deportación masiva de trabajadores mexicanos, han afectado la economía de México en su conjunto.
En este contexto, la política comercial de Estados Unidos, con su carácter unilateral, ha generado la necesidad urgente de diversificar las alianzas comerciales de México. Las potencias emergentes, como los países BRICS+ (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica e Indonesia), representan una oportunidad histórica para México de diversificar su comercio, buscando nuevas oportunidades en Asia y África.
La propuesta de Coparmex se estructura en cinco ejes fundamentales. En primer lugar, plantea la diversificación de socios comerciales, fortaleciendo los lazos con Asia, África y América Latina, con miras a ampliar las oportunidades y reducir la dependencia de Estados Unidos. Después, implementar una política industrial activa, enfocada en promover clústeres regionales, cadenas de valor y empleo de calidad para fortalecer la capacidad productiva del país.
En tercer lugar, aprovechar el nearshoring, desarrollando una infraestructura logística moderna para posicionar a México como un destino atractivo para la inversión. También, implementar una política fiscal competitiva, generando un ambiente propicio para el desarrollo de nuevas empresas y la atracción de capital extranjero. Finalmente, el impulso a la infraestructura logística para facilitar el comercio exterior.