Récord de activos sostenibles gestionados alcanzan 3.5 bdd en primer semestre
Los activos sostenibles gestionados aumentaron un 7.7%, llegando a 3.5 billones de dólares, representando el 7% del total global.

Durante el primer semestre del año, los activos sostenibles gestionados superaron los 3.5 billones de dólares (bdd), marcando un aumento interanual del 7.7% y representando el 7% del total global. Este crecimiento es notable, pero también plantea desafíos significativos en términos de financiamiento para el futuro.
Los 3.5 bdd alcanzados representan un hito importante en la búsqueda de inversiones más responsables y conscientes del entorno, pero a pesar del crecimiento en los activos gestionados, la demanda de fondos sostenibles a nivel mundial parece estar debilitándose significativamente.
Las entradas totales hasta la fecha ascienden a 20,000 millones de dólares (mdd), en comparación con las entradas anuales que superaban los 100,000 mdd en 2022 y 2023. Esta tendencia indica una clara desaceleración en la demanda de inversiones sostenibles, lo que plantea un desafío importante para el futuro.
El papel de los gobiernos en la demanda de inversiones sostenibles
Para fomentar el crecimiento de los activos sostenibles, es fundamental que los gobiernos tomen un papel activo en impulsar la demanda de inversiones sostenibles.
La efectividad de esta reorientación de flujos de capital hacia activos verdes no solo depende de la regulación de la venta de fondos de inversión sostenibles, también requiere la implementación de medidas que incentiven a los inversores a elegir opciones más sostenibles.
En el ámbito regulatorio, la implementación de las directrices de la Autoridad Europea de Valores y Mercados Financieros (AEVM) sobre nombres de fondos ha generado expectativas en el sector. Sin embargo, la falta de comunicación por parte de algunos reguladores locales respecto a la transposición de estas directrices ha generado incertidumbre.
Otro aspecto a considerar es la posible exclusión de emisores de servicios públicos en el ámbito de los bonos verdes debido a los criterios establecidos por las directrices sobre nombres de la AEVM.
Esta situación podría obstaculizar los esfuerzos destinados a acelerar la financiación de activos sostenibles y, por ende, ampliar la brecha de financiación verde. La alineación de las directrices con los objetivos de sostenibilidad es fundamental para evitar obstáculos en la financiación de proyectos clave para el entorno.
Un terreno de juego único para fabricantes de fondos e inversores
En general, la implementación de directrices sobre nombres de fondos puede ser beneficiosa si se logran coordinar las aplicaciones locales. Esto permitiría crear un terreno de juego uniforme para los fabricantes de fondos y los inversores, en lo que respecta a la intención y el propósito de las estrategias de inversiones ESG.
Esta homogeneización es esencial para facilitar la comprensión y comparación de los perfiles de sostenibilidad de los fondos, beneficiando a ambas partes en el proceso de toma de decisiones inversionistases.