CDMX abastecería 96% de electricidad con energía fotovoltaica y BESS

La Ciudad de México cubriría 96% de su demanda eléctrica con energía solar fotovoltaica y baterías de almacenamiento, según un informe de la consultora Ember.

Por  Global Media

La posibilidad de alimentar ciudades enteras con energía solar constante es más real que nunca, gracias a los avances en tecnología y a la reducción de costos. Un informe reciente de Ember analiza el potencial de esta energía para satisfacer las demandas eléctricas a nivel global, revelando un futuro prometedor para la Ciudad de México (CDMX).


La consultora británica se enfoca en determinar cuánto queda para lograr una electricidad solar constante las 24 horas del día durante los 365 días del año en diferentes ciudades del mundo. Además, evalúa el costo asociado a esta transición y sus implicaciones económicas.


En muchas regiones del mundo, la energía solar tiene el potencial de convertirse en la fuente primaria de electricidad, reduciendo nuestra dependencia de combustibles fósiles y mitigando el impacto ambiental. La CDMX, según el estudio, podría obtener 96% de su electricidad a través de paneles solares combinados con almacenamiento de baterías (BESS).


Esta cifra destaca el potencial enorme que la energía solar tiene para transformar las ciudades del futuro, hacia un modelo más sostenible y resiliente. La clave para alcanzar este objetivo radica en la combinación de paneles solares con sistemas BESS, lo que permite mantener una fuente de energía constante a pesar de las variaciones climáticas y las fluctuaciones en la demanda eléctrica.


Además, los costos de las baterías han experimentado una reducción significativa en los últimos años, acercando aún más la viabilidad económica de esta solución. El informe también destaca la importancia de una política energética que integre la generación solar las 24 horas del día en sus marcos regulatorios y estratégicos.


Se necesitan medidas para promover la inversión en infraestructura solar, simplificar los trámites de conexión a la red eléctrica y fomentar la competencia entre proveedores de energía solar. La transición hacia un futuro alimentado por esta energía ofrece una serie de beneficios, no solo ambientales, sino también económicos y sociales.


La reducción de la dependencia de combustibles fósiles contribuye a la seguridad energética y a la estabilidad económica, al mismo tiempo que se generan empleos verdes en el sector de la energía limpia. Además, la energía solar es una fuente de energía renovable e inagotable, lo que garantiza su disponibilidad para las generaciones futuras.

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