Renault y Stellantis exigen regulación especial para coches pequeños

Los CEO de Renault y Stellantis piden a la Unión Europea una regulación específica para coches pequeños, más accesibles y rentables, para asegurar la continuidad de la industria europea del sector.

En un escenario donde la industria automotriz europea enfrenta desafíos sin precedentes, los líderes de Renault y Stellantis han hecho un llamado urgente a la Unión Europea para implementar una legislación especial que favorezca a los vehículos pequeños. Esta solicitud, plasmada en una entrevista conjunta con el diario francés Le Figaro, busca garantizar la accesibilidad y continuidad de este sector vital para la economía europea.


Luca De Meo, consejero delegado de Renault, y John Elkann, presidente del Consejo de Administración de Stellantis, argumentan que la normativa actual, diseñada principalmente para vehículos más grandes y costosos, hace que la producción de automóviles pequeños sea inviable en condiciones económicas razonables.


Como resultado, las normas europeas están incrementando la complejidad, el peso y el precio de los automóviles, alejándolos del alcance de un gran sector de la población. De Meo ilustra este punto con el ejemplo del Clio, un pequeño urbano cuya precio habrá aumentado 40% entre 2015 y 2030, atribuible en 92.5% a la reglamentación.


Los países que más se ven afectados por esta situación son España, Francia e Italia, los mayores productores europeos de vehículos pequeños y con una fuerte presencia en el mercado global. Estos tres países superan en producción conjunta a Alemania, lo que subraya la importancia de priorizar la promoción de su industria automotriz.


Elkann señala la necesidad de reconocer este papel fundamental y asegurar un futuro viable para la producción europea de vehículos pequeños. De Meo, por su parte, cuestiona la pertinencia de ciertas normativas, como la asistencia para evitar cambios involuntarios de carril en carretera, en vehículos que pasan la mayoría del tiempo en ciudad.


Además, critica las exigencias de pruebas de choque frontal en vehículos pequeños que sean comparables a las de grandes vehículos de lujo, considerando que estas normas son poco realistas dadas las diferencias físicas entre ambos tipos de automóviles. Ante este panorama, Renault y Stellantis hacen un llamado a la Comisión Europea a adoptar una tecnología neutral, buscando reducir las emisiones reducidas sin importar el tipo de tecnología utilizada.


Argumentan que esta estrategia es fundamental para garantizar la competitividad de la industria automotriz europea en un mercado global en constante evolución. Y aunque la promoción del vehículo eléctrico ha sido una prioridad para la Unión Europea, los consumidores aún no han aceptado ampliamente este tipo de vehículos debido a su elevado precio y otras limitaciones.


Por lo tanto, es crucial explorar alternativas que permitan reducir las emisiones sin comprometer la accesibilidad y el uso diario de los automóviles. Ambos ejecutivos instan a Bruselas a implementar una política industrial clara que promueva la innovación, la eficiencia y la competitividad del sector automotriz europeo.


De Meo califica la situación actual del mercado como un "desastre" y advierte sobre las potenciales consecuencias negativas para la producción y el empleo en el continente. Elkann también destaca la urgencia de tomar decisiones políticas claras para evitar recortes en la producción a corto plazo, asegurando así el futuro de la industria automotriz europea y su capacidad para seguir produciendo vehículos innovadores y sostenibles.

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