19 estados mexicanos registraron caídas industriales en enero

La economía mexicana mostró debilidad industrial al inicio del 2025 con 19 entidades registrando caídas, afectadas por la incertidumbre arancelaria, terminación de proyectos y baja demanda estadounidense.

La economía mexicana inició 2025 con una debilidad significativa, reflejada en la actividad industrial de 19 entidades federativas. Este panorama ha encendido las alertas en gran parte de los gobiernos subnacionales. De acuerdo con datos del Inegi, 19 de las 32 entidades registraron reducciones mensuales en su producción industrial en enero.


Quintana Roo se posicionó como el estado con la mayor caída en actividad industrial, con una reducción de 42.11%. Este desplome se atribuye, en parte, al final de la construcción del Tren Maya y del Aeropuerto Internacional de Tulum, proyectos que generaron un importante impulso económico en la región.


En segundo lugar, Chiapas registró una disminución de 11.09%, también afectada por la finalización del Tren Maya. Coahuila y Guanajuato, estados con alta integración manufacturera, sufrieron caídas debido a la incertidumbre generada por la política arancelaria de Donald Trump y la debilidad industrial estadounidense al inicio del año.


Tabasco retrocedió 3.22%, por segunda vez consecutiva. Además de los factores mencionados, la entidad se vio afectada por la conclusión de la construcción de la Refinería Dos Bocas y su limitada capacidad operativa. Tamaulipas, Chihuahua, Nuevo León y el Estado de México, potencia industrial del país, también presentaron disminuciones significativas en su actividad industrial durante enero.


Estas entidades fueron impactadas por la merma en la manufactura estadounidense y el adelanto de envíos a Estados Unidos al cierre del año anterior, debido a la incertidumbre generada por la amenaza de aranceles desde que Trump ganó la presidencia.


Déficit industrial, preocupación nacional

La crisis industrial se presenta con mayor intensidad en Nuevo León y Sinaloa, que registran seis y cuatro meses consecutivos de bajas mensuales, respectivamente. En Nuevo León, la situación se relaciona con los factores mencionados anteriormente, mientras que en Sinaloa, la inseguridad pública ha llevado al cierre temporal o total de empresas, reduciendo la producción industrial.


A pesar de este panorama, algunas entidades federativas mostraron crecimiento mensual en su actividad industrial durante el primer mes del año. Puebla, San Luis Potosí y Oaxaca encabezaron esta lista, impulsadas por sectores como el automotriz y la construcción, sector éste que sigue trabajando en el Corredor Interoceánico.


Para Banorte, en el corto plazo, la volatilidad impulsada por el nuevo orden comercial seguirá pesando sobre la industria mexicana. Sin embargo, prevé que dichos ajustes se suavicen gradualmente y que las medidas arancelarias mantengan una naturaleza intermitente. Se espera que la posición comercial de México con Estados Unidos mejore.


En el sector construcción, se observan algunos elementos favorables para la reactivación en lo que resta del año. Se prevé un aumento en el gasto gubernamental destinado a obras públicas, una mayor proporción de contenido nacional en las compras del gobierno y una mayor apertura al esquema de inversión mixta para proyectos de infraestructura.


Estos factores podrían compensar otros retos, como la disminución habitual del gasto gubernamental al inicio de cada sexenio y los esfuerzos de consolidación fiscal de la administración actual. En conclusión, aunque la industria mexicana enfrenta desafíos significativos, existen oportunidades para su recuperación y fortalecimiento a largo plazo.

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