Herramentales, oportunidad para México en el nearshoring

La industria mexicana de herramentales se fortalece gracias al nearshoring y la demanda local, impulsando su crecimiento y papel estratégico en la manufactura nacional.

La industria de herramentales en México se encuentra en una fase crucial marcada por la transformación tecnológica, el fortalecimiento de cadenas de valor regionales y el impulso del nearshoring. Este sector, esencial pero con bajo perfil mediático, está llamado a desempeñar un papel estratégico en el desarrollo de la manufactura nacional, según afirma Alfonso Peña, director del Clúster de Herramentales de Nuevo León.


"Estamos viendo una mayor demanda de proveeduría local, especialmente en sectores como el automotriz, que buscan relocalizar sus herramentales y fortalecer cadenas de valor en Norteamérica. Esto representa una gran oportunidad para México", explicó. El T-MEC ha incentivado esta tendencia al exigir un mayor contenido regional, lo que impulsa a empresas mexicanas a consolidar capacidades internas que por años estuvieron dominadas por importaciones.


A pesar de su bajo perfil mediático, el sector de herramentales es la columna vertebral de múltiples industrias. "Sin moldes o troqueles no se puede fabricar un automóvil, un refrigerador o una turbina. Somos una industria habilitadora para sectores clave como electrodomésticos y metalmecánico", puntualizó Peña. El desarrollo de herramentales de precisión permite la producción en serie de componentes que conforman millones de productos en todo el mundo.


En 2023, la producción nacional de herramentales alcanzó los 950 millones de dólares (mdd), casi el doble que en 2019. La meta al 2029 es alcanzar los 1,500 mdd en producción local, en un mercado nacional estimado en 5,000 mdd anuales. Desde su creación en 2018 con apenas 13 miembros, el Clúster de Herramentales ha evolucionado hasta integrar a 61 empresas, convirtiéndose en un nodo clave de colaboración entre la industria, el gobierno y la academia.


En este proceso, ha gestionado más de 30 millones de pesos en apoyos estatales para Pequeñas y medianas empresas (Pymes), para fortalecer su capacidad tecnológica y de producción. Uno de los pilares fundamentales del Clúster es la formación técnica especializada. En alianza con la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y el Tecnológico de Monterrey (ITESM), se creó un Centro de formación de 720 metros cuadrados con maquinaria industrial de última generación.


También se han implementado programas académicos enfocados en diseño y ajuste de moldes y troqueles, únicos en su tipo en México. Asimismo, desde 2020, el clúster opera un modelo dual de formación inspirado en el sistema alemán, que permite a los estudiantes adquirir experiencia práctica en empresas del sector. Esta iniciativa busca atender la creciente necesidad de técnicos calificados en la industria.


Entre las principales oportunidades que vislumbra el clúster están la integración regional, la digitalización de procesos y la creciente necesidad de producción local. Sin embargo, también enfrentan desafíos como la escasez de técnicos calificados, la falta de financiamiento accesible y la necesidad de profesionalizar a las Pymes del sector. "El ciclo de producción de un molde puede tomar hasta 20 semanas, más otras 12 semanas de pago. Por eso es vital mejorar las condiciones de financiamiento para el sector", advirtió Peña.

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