México debe prepararse para aprovechar segunda ola del nearshoring
Expertos predicen que México alcanzará un crecimiento económico sólido vía exportaciones, impulsado por una segunda ola del nearshoring, pero hay desafíos que deben superarse.

En el panorama económico actual, marcado por la volatilidad y las tensiones comerciales internacionales, México se encuentra en una posición estratégica que le permite aprovechar nuevas oportunidades de crecimiento. El país replicaría el escenario del primer mandato de Donald Trump, con un auge en las exportaciones impulsado por la segunda ola del nearshoring, posicionándose con un acto clave en el comercio global.
Así lo considera Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiamiento de Grupo Financiero Base, y destaca que a pesar de los anuncios del presidente de EEUU sobre la repatriación de inversiones, el proceso de establecimiento de nuevas plantas industriales desde cero tomaría al menos tres años. Esta demora contrasta con el enfoque a corto plazo de las empresas, lo que sugiere que el nearshoring seguirá siendo una tendencia relevante en el mercado.
En este línea, Larry Rubin, presidente de American Society of Mexico (AmSoc), aseguró hace unos días que la economía de EEUU no podrá recibir las fábricas o plantas de la industria manufacturera que salgan de México, porque no hay mano de obra ni operadores para sacar y movilizar las mercancías. Una situación que no desconoce el gobierno de ese país, destacó Rubin.
"Estados Unidos lamentablemente no cuenta con la mano de obra para recibir las plantas que están en México, también hacen falta más de 120,000 transportistas para sacar los productos hoy de las plantas en Estados Unidos. Si sumamos las plantas adicionales en Estados Unidos que llegarán de México, pues es imposible que hubiera la fuerza laboral requerida”, comentó el presidente.
La incertidumbre generada por las políticas comerciales proteccionistas, como la imposición de aranceles, ha afectado la estabilidad económica de México. Sin embargo, Siller señala que la estrecha relación entre las cadenas de suministro de México y EEUU resultaría en una ventaja competitiva para nuestro país. El arancel efectivo mexicano, de alrededor del 13.67%, lo coloca en una posición favorable en comparación con otros países importadores a Estados Unidos.
Cabe mencionar que si las empresas trasladan sus procesos a México y cumplen con las reglas de origen del TMEC, pueden acceder al mercado estadounidense libres de aranceles, representando un ahorro económico directo y una estabilidad en un entorno global cada vez más volátil. Tampoco hay que olvidar que el país sigue atrayendo inversiones extranjeras: la IED relacionada con el nearshoring representó cerca del 20% del total de esta inversión en 2024.
No obstante, hay desafíos que deben superarse: infraestructura logística, energía confiable y limpia, certidumbre jurídica y regulatoria, formación de talento y disponibilidad de agua. De aprovechar la segunda ola de nearshoring, de acuerdo con una publicación de El Financiero, se impulsarán las exportaciones y el empleo formal, con impactos positivos en tecnología, innovación y bienestar regional.