En 2026 iniciaría segunda ola de nearshoring en México
De mantener una posición favorable a nivel arancelario, se beneficiarían las exportaciones de México; la clave reside en la la capacidad del país para aprovechar esta situación.

La economía mexicana enfrenta una serie de desafíos en el presente año, con la incertidumbre generada por reformas judiciales y políticas arancelarias estadounidenses. Sin embargo, expertos anticipan una segunda ola del nearshoring en 2026, impulsada por la posición favorable que México alcanzaría en materia comercial.
Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Grupo Base, señala que la guerra comercial impulsada por Donald Trump contra China y la Unión Europea beneficiaría a México, creando oportunidades para la Inversión Extranjera Directa y una nueva ola de nearshoring, en sectores como el automotriz, electrónico y logístico.
La estrecha vinculación entre las cadenas de suministro de ambos países, junto con la escasez de mano de obra en Estados Unidos, favorecen esta tendencia. En este sentido, Paulina Anciola, subdirectora de Estudios Económicos de Banamex, resalta la importancia de mantener una posición favorable a nivel arancelario global.
Si México lo logra, se beneficiarán sus exportaciones, el crecimiento económico podría reavivarse y se fortalecerá la iniciativa del nearshoring. La clave reside en la configuración de los aranceles internacionales y en la capacidad del país para aprovechar esta situación a su favor.
A pesar de las perspectivas positivas, la economía mexicana ha experimentado señales de desaceleración en 2025. Alejandro Padilla, economista en jefe en Grupo Financiero Banorte, destaca que el componente más afectado ha sido la inversión, con una caída anual acumulada del 6.9% en los primeros cuatro meses del año.
La inversión privada se contrajo 5%, mientras que la pública experimentó una caída de 21.3%, publicó El Universal. Estas cifras afectan al consumo y generan incertidumbre sobre el futuro inmediato. La situación económica actual presenta desafíos, pero también oportunidades para México.
La posibilidad de una segunda ola del nearshoring en 2026, impulsada por la configuración favorable de los aranceles globales, abre perspectivas de reactivación económica, pero es crucial abordar el decline en la inversión y fomentar un ambiente propicio para la atracción de capital extranjero.