Central fotovoltaica en la CDMX: avance hacia un transporte público ccológico
La central sobre la Central de Abasto, en la Ciudad de México, es un avance en la sostenibilidad energética y reducir emisiones de CO2.

La capital de México se dirige hacia una mayor sostenibilidad energética mediante la puesta en marcha de una central fotovoltaica en la Central de Abasto (CEDA), en la alcaldía Iztapalapa, que consta de dos fases que ayudarán a reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
La presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, anunció la implementación de una central fotovoltaica en el centro alimentario de 327 hectáreas en el 2022, cuando era jefa de gobierno de la CDMX.
Este compromiso se extendió a su campaña presidencial, donde Sheinbaum Pardo proyectó reforzar a las compañías petroleras y eléctricas estatales, además de destinar 13,600 millones de dólares en nuevos proyectos de generación eléctrica, incluyendo plantas solares.
La primera fase de la central ya fue terminada, y los paneles solares suministran energía a partes específicas de la CEDA, lo que reduce sus recibos de luz. En la segunda fase, que empezará en enero tras trabajos y pruebas adicionales, la energía se canalizará hacia el sistema de transporte público de la capital del país.
Producción de energía solar
Se estima que los 32,100 módulos fotovoltaicos instalados en la central generarán 26.5 gigavatios hora de electricidad al año. Este avance ya ha tenido un impacto positivo al reducir las facturas de servicios públicos en aproximadamente 3 millones de pesos al año en la instalación.
Con el inicio de la segunda fase, más de 300 autobuses comenzarán a funcionar con la electricidad generada por los paneles solares, lo que contribuirá significativamente a la reducción de emisiones de CO2 en 13,000 toneladas anuales en la CDMX, según José Alberto Valdés, director de Desarrollo y Sustentabilidad Energética de la ciudad.
La dependencia venderá la electricidad al transporte y los ingresos serán utilizados por el mercado para reducir sus costos de mantenimiento. Aunque no se proporcionaron datos de los ingresos de las transacciones de energía, la unidad de transporte ahorraría al menos 18 millones de pesos al año.