Ejercer la ciudadanía: derechos, responsabilidades y equidad
Ejercer la ciudadanía en México es crucial para construir una sociedad más justa y equitativa, mediante el conocimiento, la exigencia y el empoderamiento comunitario.

Para especialistas, la ciudadanía trasciende la mera pertenencia legal a una comunidad, implica una participación activa en la vida social, política y económica del país, siendo esencial para la construcción de una sociedad más segura, justa y equitativa.
Así, ejercer la ciudadanía es el ejercicio consciente y proactivo de nuestros derechos, así como la asunción de responsabilidades hacia la comunidad.
Entre los derechos ciudadanos se encuentran la libertad de expresión, el acceso a la educación, el derecho a la justicia y la posibilidad de participar en la toma de decisiones que impactan en nuestra sociedad, recuerda Carolina de la Rosa, de México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), en animalpolitico.com.
El desconocimiento como obstáculo
Uno de los principales retos para el ejercicio pleno de la ciudadanía es el desconocimiento de nuestros derechos y la dificultad para ejercerlos de manera efectiva.
Además, la exigencia activa por parte de la ciudadanía es esencial para la implementación de políticas públicas que aborden de manera efectiva los problemas sociales. Las autoridades tienen la responsabilidad de atender las demandas ciudadanas, pero este proceso se ve fortalecido cuando hay una ciudadanía comprometida que exige justicia, transparencia y equidad.
La importancia de la participación ciudadana
Es crucial participar activamente en la vida pública, no solo durante las elecciones, sino en todos los momentos en que se tomen decisiones que afecten a las comunidades. La participación puede manifestarse de diversas formas, desde involucrarse en asambleas vecinales hasta apoyar causas sociales o integrarse en estructuras políticas locales.
Y para que un mayor número de personas pueda ejercer su ciudadanía de manera efectiva, es necesario establecer oportunidades y espacios de participación. No basta con contar con leyes que promuevan la participación, sino que se deben abrir canales de comunicación y acción que permitan a la ciudadanía organizarse y actuar de manera coordinada y efectiva.
Fortaleciendo la ciudadanía a través de la formación
Las actividades de formación de formadores son una herramienta para fortalecer la ciudadanía. Capacitar a líderes comunitarios y sociales, especialmente en comunidades vulnerables, les brinda la oportunidad de adquirir conocimientos y habilidades para transmitir información sobre derechos humanos, la cultura de la legalidad y los mecanismos legales disponibles para reclamar y ejercer sus derechos.
Establecer la vinculación con las autoridades locales de justicia, como los ministerios públicos y los juzgados cívicos, es fundamental para que la ciudadanía conozca los canales de denuncia y exigencia en caso de violaciones a sus derechos. Esta conexión permite que la comunidad se organice de manera efectiva para acceder a la justicia y demandar su cumplimiento.
El empoderamiento comunitario juega un papel crucial en el ejercicio de la ciudadanía. A menudo, las personas se sienten desmotivadas para participar por la percepción de que sus voces no tienen impacto. Es fundamental crear espacios donde las inquietudes de la comunidad sean escuchadas, fomentando así la participación activa y el fortalecimiento del sentido de pertenencia.