Economía mexicana estancada hasta 2027
La economía mexicana enfrenta desafíos con un débil crecimiento previsto para 2025-2026, condicionado por la reforma judicial y el T-MEC. El potencial productivo podría retomarse hasta 2027.

México enfrenta un complejo horizonte, con previsiones que apuntan a un crecimiento económico tímido en los próximos años. Víctor Manuel Herrera, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), advierte que la recuperación del potencial productivo podría demorarse hasta 2027.
Herrera destaca la importancia de la implementación exitosa de la reforma judicial y la renegociación del T-MEC como factores cruciales para el despegue económico a futuro. Ambas tareas, según el especialista, demandarán tiempo y podrían generar cierta incertidumbre en el ámbito de la inversión.
Asimismo, enfatiza la necesidad de lograr una renegociación del T-MEC que resulte beneficiosa para México, Estados Unidos y Canadá. La búsqueda de un tratado tripartita con condiciones favorables a largo plazo se presenta como esencial para fomentar el crecimiento e inversión en la región.
En este sentido, considera que la Cumbre del G7 ofrece una oportunidad invaluable para que la presidenta Claudia Sheinbaum dialogue directamente con Donald Trump, promoviendo una comunicación franca y constructiva que facilite la renegociación del acuerdo comercial. Una comunicación directa agilizaría el proceso de reforma y generar un escenario más favorable para el crecimiento económico.
El IMEF proyecta que la economía mexicana crecerá apenas 1.5% en 2026, lo que refleja un periodo de debilitamiento significativo. Aunque se descarta la posibilidad inmediata de una recesión, el entorno económico presenta similitudes con un escenario recesivo.
Gabriela Gutiérrez, presidenta nacional del IMEF, añade a los factores que determinarán el rumbo económico futuro los conflictos geopolíticos, el esfuerzo fiscal para reducir el déficit y la política migratoria estadounidense, la cual comienza a afectar negativamente el flujo de remesas al país.
Además, se advierte sobre las potenciales repercusiones del conflicto entre Israel e Irán en la economía mexicana. Se señala que el aumento en los precios del petróleo resultaría beneficioso para México a corto plazo, pero esta situación es pasajera y puede revertirse rápidamente.
Incluso se menciona la importancia del Canal de Suez como vía comercial para diversos productos, y la posibilidad de interrupciones en el flujo de mercancías por esa zona afectaría las cadenas de suministro y generaría aumentos en los precios.