Estrecho de Taiwán: eje marítimo de comercio y tensión internacional en 2023

El Estrecho de Taiwán es crucial por su comercio y producción de semiconductores, siendo fuente de tensiones internacionales desde 1949.

Las recientes maniobras militares en el estrecho de Taiwán, donde patrullaron barcos y aviones chinos, han puesto de relieve la importancia geoestratégica y las tensiones internacionales que rodean esta vía marítima desde hace más de 70 años.


El estrecho no solo representa una frontera política, sino también un eje crucial para el comercio marítimo mundial y la producción de semiconductores, elementos fundamentales en el desarrollo de la tecnología a nivel global.


Contexto político y geográfico

Desde la toma del poder por los comunistas en China en 1949 y la huida del gobierno nacionalista a Taiwán, el estrecho ha separado políticamente a la isla, que alberga a 23 millones de habitantes bajo un Ejecutivo autónomo democrático, de la República Popular de China.


En su punto más estrecho, Taiwán se encuentra a 130 kilómetros del continente. Sin embargo, algunas islas taiwanesas de menor tamaño, como Kinmen y Matsu, están ubicadas a escasa distancia de las costas chinas.


Impacto económico

El estrecho de Taiwán representa uno de los ejes marítimos más transitados del mundo, con más del 20% del comercio marítimo internacional fluyendo a través de sus aguas. En 2022, el valor de dicho tráfico alcanzó aproximadamente 2.45 billones de dólares, según el instituto estadounidense Center for Strategic and International Studies. Esta cifra destaca la relevancia económica del estrecho en el contexto global.


Además de su importancia en términos de comercio, Taiwán desempeña un papel crucial en la producción de semiconductores, componentes esenciales para el desarrollo de tecnologías avanzadas e Inteligencia Artificial, entre otras aplicaciones. La isla asegura un asombroso 90% de los suministros mundiales en este campo, lo que la convierte en un actor clave en la economía global.


Implicaciones globales

Las tensiones en el estrecho de Taiwán no solo involucran a las naciones más cercanas, sino que tienen repercusiones a nivel mundial. Según Robert A. Manning, del instituto Stimson Center en Washington, un conflicto en esta región podría tener un impacto devastador en los mercados, el comercio, las cadenas de abastecimiento y, en última instancia, en toda la economía mundial. Se estima que el perjuicio para las empresas que dependen de chips fabricados en Taiwán podría ascender a 1.6 billones de dólares al año, según un estudio de Rhodium Group.

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